Ay! quien dará á mis ojos una fuente
De lágrimas que manen noche y dia?
Respirara si quiera la alma mia,
Llorando lo pasado, y lo presente.
Quien me diera apartado de la gente,
De mi dolor siguiendo la porfía
Con la triste memoria y fantasía
Del bien por quien mal tanto así se siente!
Quien me dará palabras con que iguale
El duro agravio que el amor me ha hecho,
Donde tan poco el sufrimiento vale?
Quien me abrirá profundamente el pecho,
Dó está escrito el secreto que no sale,
Con tanto dolor mio, á mi despecho?
Con razon os vais, aguas, fatigando
Por llegar dó sereis bien recebidas;
Y en aquel mar inmenso convertidas,
Que ya de tantos dias vais buscando.
Triste de aquel que siempre anda llorando
Las vanas esperanzas ya perdidas,
Y con dolor las lágrimas vertidas
Nunca al fin pretendido van llegando!
Vosotras sin traer derecha via,
Al término llegais tan deseado,
Por mas que os embarace el gran rodeo;
Mas yo siempre afligido noche y dia,
Por un camino, que no llevo errado,
Jamás puedo llegar donde deseo.