Ya que flor, mis Flores, fui

Lizongea finalmente o poeta com estas moralidades tristes de huma vida florecente pela frias voces daquella sepultada belleza suas formosas irmãas, avivandolhe os motivos da dor.
por Gregório de Matos

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Poema agrupado posteriormente e publicado em Crônica do Viver Baiano Seiscentista — A Cidade e seus Pícaros — Ângela

Mote
Ya que flor, mis Flores, fui
Vuestro exemplo aora soy,
pues de flor a sol subi,
y oy de mi aun sombras doy.

¹En flor, mis Flores, se muere,
quien en la vida fué flor,
que es la muerte com rigor
de las Flores Malmequiere:
quien de vosotras se huviere
desconocido haste aqui,
su triste flor veya en mi
como en un puro cristal,
que espejo soy de su mal,
ya que flor, mis Flores, fui.

²Triunfar, Flores, en effecto
ya me visteis de la suerte,
si mal me quiso la muerte,
siempre he sido Amor perfecto:
desengañada os prometto
de la ceniza, en que estoy,
pues al sepulchro me voy,
Flores, para que nasci,
que si Perpetua no fui,
Vuestro exemplo aora soy.

³de aqueste jardin de Flora,
que flagra oloroso aliento,
ya fui gallardo elemento,
ya fui bellissima aurora:
pero, mis Flores, aora
nada soy, de lo que fui,
bien que los habitos di,
con que a los astros llegué,
y en el cielo me quedé,
Pues de flor e sol subi.

⁴Alerta, Flores, que ayrada
la rnuerte uzurpa las flores,
en quien colores, y olores
son exemplos de la nada:
alerta pues que prostada
mis brios llorando estoy;
lo que va de ayer a oy
aprended de um muerto sol,
que ayer candido arrebol,
y oy de mi aun sombras doy.